Gurdjieff y el cuarto camino
El programa de hoy está dedicado a George Ivanovitch Gurdjieff (1866 – 1949). Sin duda alguna, es uno de los personajes más influyentes en el desarrollo de una nueva consciencia en el ser humano. Su método se denominó el Cuarto Camino, un camino que recogía la sabiduría de grandes y antiguas tradiciones, el conocimiento olvidado y oculto que en el pasado era de los grandes maestros y que lo expresaban a través de diferentes medios como la pintura, la escultura, la música, la danza y otros.
Gurdjieff plantea que el ser humano se encuentra en un estado de adormecimiento, una hipnosis colectiva en la que no se es libre aunque se piensa que sí se es. La forma de despertar, de desarrollar una nueva consciencia en el individuo es a través del Cuarto Camino, un camino que nos permitirá «hacer» pero antes debemos aprender a «saber cómo hacer».
Gurdjieff nació en una región del Caúcaso, hijo de padre griego y madre armenia. No habló mucho de su pasado y de su largo aprendizaje pero sí contó que recorrió Grecia, Egipto, Oriente Medio e incluso estuvo en el Tibet y en el Hindukush, el macizo montañoso entre Afganistán y Pakistán. No reveló sus fuentes pero sí que pasó por el aprendizaje en monasterios cristianos y tibetanos, así como enseñanzas sufíes en la tradición de Persia oriental.
En el programa contaremos con la música de Thomas de Hartmann (Khouruziva, Ucrania,1886- Nueva York, 1956), músico ucraniano discípulo de Gurdjieff con el que colaboró para diferentes composiciones musicales, tan importantes dentro de las enseñanzas de Gurdjieff.
En el apartado de leyendas, contaremos la leyenda eslava de «Koschei, el inmortal».